¿Cómo se forman los huracanes?
Inmensos, altamente destructivos y temidos alrededor del globo, los huracanes son un tipo de fenómeno meteorológico que ha fascinado a los especialistas por décadas. Más allá de su espectacular fuerza, estos gigantes nubosos están llenos de secretos. Desde por qué tienen un movimiento tan errático hasta cuál es su origen.
Hace unos cientos de años atrás, se creía que los huracanes y ciclones tropicales eran producto de la ira de los dioses. Sin embargo, estudios recientes sugieren que hay razones climatológicas para su origen.
¿Qué es lo que provoca un huracán?
Como bien sabes, las aguas cálidas del océano Atlántico y del Pacífico son más propensas a generar estos fenómenos. Esto, porque los huracanes necesitan del aire cálido y húmedo para poder formarse y crecer. De hecho, se cree que estas bestias de la naturaleza son el resultado de la colisión de dos tormentas tropicales cuyos vientos giren en sentidos opuestos.
Diversas investigaciones en este tema postulan que las tormentas generadas en el norte del Atlántico se mueven contrario a las manecillas del reloj, mientras que aquellas nacidas debajo del Ecuador lo hacen en el sentido inverso.
Estas, al unirse, aumentan exponencialmente su velocidad, generando así lo que conocemos como huracanes en el Atlántico y tifones en el Pacífico.
Cuidado con la calma después de la tormenta
De hecho, uno de los aspectos más peligrosos de estas tormentas gigantes es el famoso “Ojo del Huracán”. Esta, aparentemente inofensiva, parte de los huracanes se ha cobrado numerosas vidas. Al caracterizarse por ser calmada, casi sin viento y sin lluvia, puede llegar a confundir a quienes la experimentan por primera vez.
Por ello, es imperativo que cuando sientas que se detengan los vientos huracanados, no abandones tu refugio. Serán breves momentos de calma, antes de sentir toda la fuerza del mar y el aire impactar tu ciudad otra vez.
La escala Saffir-Simpson
Una de las pocas cosas positivas que le podemos atribuir a la velocidad de los vientos huracanados es que nos permiten conocer cuán agresivo será el fenómeno antes de tocar tierra. Gracias a los científicos Herbert Saffir y Bob Simpson, es que ahora podemos aproximar los daños y peligros que representan estas mega tormentas.
A pesar de la exactitud con la que pueden medirse, siempre existe una pequeña posibilidad de que los huracanes y tifones sean más fuertes o débiles de lo que esperamos. En este sentido, es imperativo estar preparados y protegidos para su llegada.
Bien dicen por ahí, hombres y mujeres prevenidos, valen por dos.
Así que, si quieres mantener tu casa o negocio seguro en caso de huracanes, no hay nada mejor que un sistema de protección anticiclónica. Y en ese tema, no hay nadie mejor que nuestros amigos de Stormcatcher.
Estamos seguros de que sus expertos estarán más que felices en brindarte toda la información que necesites para salvaguardar lo que más te importa, tu familia.